¿Qué hacemos?

domingo, 31 de mayo de 2020

Melisa Mauriño- María José Cabral


Querides! Hoy les traemos para compartir una serie de poemas y una serie de ilustraciones. Las artistas que participan, muy amablemente, en esta ocasión son Melisa Mauriño y María José Cabral. Melisa nos comparte poemas de sus diversos libros, los cuales parecieran tener el eje común de perder lo estrictamente cotidiano en la profundidad de las estructuras psicológicas. Por otro lado, María José nos ofrece las líneas suaves de un arte dicho con la vehemencia de quien se implica de manera directa en la observación.
Agradecemos a ambas por participar, y por su tiempo y, en otro pequeño paréntesis, detenemos el agradecimiento en María José que realizó las ilustraciones especialmente para la ocasión.
Al final de la entrada podrán leer las mini biografías de las artistas.

Pasaje

Una polilla se apagaba
se dejaba estrangular por las horas
agarrada a la pared de la sala de hospital
donde los vientres
estaban a punto de abrirse

supe que aun con su agonía a cuestas
quizás debido a ella
era todavía parte del mundo
porque al tocarla con mis yemas sentí
la gamuza de su cuerpo
recibirme humana
en su ser de insecto

¿te conté que antes de morir,
cuando no se aparean,
se vacían el útero de huevos
que están vacíos?

Estaba en eso cuando la acosté en mi mano
y el suyo era un cuerpo en coma
que reconocía la piel
con un profundo silencio

¿te dije que sus alas huelen como el polvo
acumulado sobre los muebles
después de una larga ausencia?

¿que es preciso desplegar muy grandes
los párpados para ver el salto inaugural
que la devuelve añeja, recién nacida
a la caricia del crepúsculo
guiando su último vuelo
de regreso a la tierra?

La piel de la oruga (Viajero Insomne, 2016)

Ilustración inédita de María José Cabral para Brote Roído.

***
Yo dije el mar

Una vez yo dije el mar
y estábamos desnudos
vos y yo
como dentro de una caja de zapatos
con algunos orificios
para el aire

lo recordé ayer
al bajar del colectivo
que me deja justo
frente al hospital
del cáncer

esperando un cambio de luz
para cruzar la calle
vi la playa
tan vacía como antes
esa tarde
bajo el peso de tu cuerpo

un paraguas destrozado
como un ave marina
que deja sobre la arena una huella
a la par que la borra

mientras la piel
pegada a los huesos
varillas de metal que sostienen
la lluvia, se agujerea como tela
del color de la carne de un molusco

ahí estaba
un paraguas caído
cadáver de alas abiertas
en medio de la calle el dolor
de inventar otra vez
el recuerdo del mar

yo dije el mar
como podría haber dicho
la cama
con las sábanas revueltas
como espuma

La piel de la oruga (Viajero Insomne, 2016)


Ilustración inédita de María José Cabral para Brote Roído.

***
Podría llevarme en brazos
hasta su cueva
y desnudarme,
lavarme con su lengua
de pies a cabeza, como lo haría
una gata con su cría.

No haría nada por detenerlo,
no haría nada.

Se acerca a la sombra
(mi sombra sobre la que estoy tendida)
donde descanso del camino,
lleva su manto de oveja
echado a los hombros, debajo
su piel de lobo.

(el  bosque hiela de noche)

Se deja ver a medias,
también necesita un ser
entero para sí, deseado en todo su mal
(con todas sus cruces)
en tanto está cercenado
de su imagen que lo mira disfrazarse
y admira su destreza
camaleónica.

La máscara se ha quedado
pegada al rostro, al pellejo, si tira
se desgarra;
toda su verdad sigue siendo
una gran mentira, caramelos
ácidos
que me hacen doler la panza

son cuentos como diapositivas
que pasan, que cambian
sus escenarios, sus personajes, mientras él
sigue siendo el mismo y brilla
en medio del caos. Él brilla.

(su oscuridad le imprime una belleza
poco común, el bosque
se derrama de flores y gotas,
se alarga hacia la luz de la luna
en su presencia)

Veo sus ojos entre las hojas, me dicen
que debo temer y que no tenga miedo,
me enseña los límites
del abismo, lo ilimitado de la entrega
me invita
a lo que vendrá y yo me adelanto
en sus ojos lo veo, nos veo
renacer.

Su sombra se funde
con la mía
se estremece sobre las flores
se tiñe de sangre, como un anochecer
él se aparta y mi sombra
ya no está pegada a mi cuerpo
sino al suyo.

Lo miro, lo atraigo hacia mí
sin palabras, con un deseo
que me avergüenza y que esta noche
no me deja dormir. Lo miro
directo a los ojos, ahí
lo que vendrá, como si fuera posible
revelarle un secreto que ya conoce:

He conocido el placer
de tu mordida.

El vientre del lobo [un cuento oscuro] (Tanta Ceniza Editora, 2020)


Bonus de Melisa:


QUISE ENHEBRAR EL OJO DEL CALAMAR
no tenía claro si la tinta era sangre o sólo tinta
como cuando se corre lo que escribo y se mancha,
como cuando lastima
los puntos en la herida cuando se va secando el poema
¿cuántos puntos o versos
hasta que se alivia lo incurable?

tenía ocho años y extendía sobre la mesa el cuerpo
flexible, tendida en la bandeja
de aluminio reluciente espejo
mi imagen, el bisturí
un tallo plateado entre los dedos
las suaves membranas de la piel
los tentáculos salinos
tan húmedos y sus cráteres rosados,
quería lamerlos y ensuciarme los labios
y las manos con su jugo
azul o negro, probar
su rigidez con mi lengua

yo escribo porque duele y la pluma se desborda
pero si fuera sangre, ¿qué pasaría?
¿o acaso no es sangre lo que se enfría y se va
tornando oscuro, escritura
debajo de la terca paciencia de un cadáver?


(poema de un libro inédito)

………………………………………





María José Cabral: Artista visual, ilustradora, docente. Egresada de la Universidad Nacional Córdoba. Fue asistente de artistas argentinos y extranjeros. Becaria del programa de residencias El Levante. Asistió a clínicas de obra, cursos de gestión, curaduría, ilustración y capacitación docente.Sus trabajos se exhibieron en muestras colectivas, individuales y publicaciones. Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires.  




MELISA MAURIÑO (Buenos Aires, 13 de diciembre de 1985). Licenciada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Escribe poesía y narrativa. Publicó los poemarios «La piel de la oruga» (Viajero Insomne, 2016); «La Dalia Negra y otros poemas criminales» (Al Filo Ediciones, 2019); «The Joke [la broma] a tribute to Joker» (mardelobos, 2020); «El vientre del lobo [un cuento oscuro]» (Tanta Ceniza Editora, 2020). Publicó su primera novela «Nínfula» (mardelobos, 2019) -libro I de La Trilogía de lo perdido- de manera independiente y autogestiva.

viernes, 29 de mayo de 2020

Tomar distancia

Buenas tardes. Hoy les compartimos un texto de Alejandra Boero Serra que tiene una particular relación con el modo en que elegimos de establecer los vínculos interpersonales. Desde una perspectiva que atenta contra el sentido común nos invita a repensar, siempre desde la literariedad, alternativas coherentes con un sentido profundamente humano. De alguna manera la pregunta es qué pasa en el cuerpo a la hora de decidir, entendiendo al cuerpo como un proceso vital donde se encuentran, entre otros, factores psicológicos y sociales.
Por otro lado, un aspecto que entra en tensión es la idea de deseo, pero no cualquier deseo, sino el que se construye en lo más íntimo de la soledad. Ese deseo castrado por la cultura que, generalmente, nos invita a desear pero, siempre, en compañía de un otro. Además, esta lectura nos reserva otro aspecto fundamental que es el de pensarnos con deseos y libertades en medio de la emergencia sanitaria que atravesamos.
Al texto de Alejandra lo acompaña, un bellísimo collage realizado por Inés Roldán de la ciudad de Rafaela. Inés, a su vez, con su arte, que se expresa por sí mismo, propone una distancia que a su vez carga la vida de otras entidades que circulan por fuera de la monotonía y la velocidad. 









Tomardistancia.

         Eso nos decían, de chicos, en la escuela, cada vez que debíamos formar fila: levantar el brazo, extenderlo hacia el hombro del compañero y marcar el espacio -la distancia- y mantenerlo en nuestro camino hacia el aula o hacia la salida. Ese orden y esa medida -la distancia-disciplinaria ¿qué lección muda transmitía?. Siempre pensé y sentí -¿por qué no puedo con estas distancias que serían, por momentos, tan sabias y asépticas?, ¿por qué no sólo pensar?, ¿qué se juega en el cuerpo cuando las ideas vienen a gotas o en tropel?-que junto con ese pulcro guardapolvos blanco ese gesto también era uniformar sin comprometer las emociones. Siempre sentí que no me sería posible.

          Décadas después intuyo que lo que esas maestras querían es que respetásemos un espacio -el propio y el ajeno- para respirar allí el compromiso, la responsabilidad y el riesgo que conlleva la libertad. La propia y la ajena. Los límites para preservar la elección -donde hay opciones la libertad crece- de acercarse o retroceder. El respeto por el propio deseo y la gestión del deseo del otro - tan esquivo, tan ciego o estrabigo ante nuestra mirada, tan abierto a sus propias posibilidades.
      
         ¿Qué distancias nos acercan hoy?.  ¿Cómo protegemos y acogemos esa línea -en apariencia vacía- en donde movemos el peso de nuestros anhelos?. ¿Qué libertad nos permitimos?. Guarecernos frente a una pantalla, hacer guiños de (des)aprobación con likes y bloqueos. Quedarnos en el coto -¿seguro?- de nuestra habitación propia. O salir al encuentro que pruebe el amor que resistimos, el respeto que merecemos, la mirada que esquivamos, la escritura que nos delata, laslecturas que (so)portamos

           

     Alejandra M. Boero Serra. De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por casualidad. Peregrina y extranjera por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante por mandato y comodidad.  Profesora de lengua y literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tanto y sin tanto, siempre)





domingo, 24 de mayo de 2020

Infancias y arte

El día de hoy, no teníamos pensado publicar, para darle un respiro a quienes nos acompañan.
Sin embargo, tuve una visita muy particular. Maitena Fernández, quien tiene apenas seis años,
nos vino a ofrecer un poquito de su arte. Entonces me pregunto qué lugar le estamos dando
al arte dentro de las instituciones por las que les niñes hacen sus recorridos. Desconozco
muchos de esos espacios, por una cuestión lógica, pero me resuenan algunas palabras que
le escuché decir a Carlos Skliar "Lo que se viene planteando en general es cómo hacer para que
un niño se transforme rápidamente en adulto, para que un niño deje de jugar y rápidamente
se vuelva un adulto serio, responsable y trabajador. ¿Y qué hay de la formación de los futuros
filósofos, de los futuros poetas, los futuros dibujantes, los futuros actores? (...) El problema
es que hacia el futuro sólo vemos niños tecnologizados". (En el marco de La feria internacional
del libro 2016)
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=uyavBQsL7jk




 Poesía: La modalidad para la creación de esta poesía fue el cadáver exquisito.


Mi casa
es un mundo 
para todos
los colores.

Hay cuadros
de otros mundos
si
la imaginación quiere volar
si
la voz quiere cantar
que puede volar
y puede cantar.

¿Qué podemos
soñar cuando jugamos?
Volar
como una mariposa



Poesía e ilustración: Maitena Fernández. Nació en Reconquista en el año 2013. 


sábado, 23 de mayo de 2020

La construcción abandonada

Hoy traemos para compartir una poesía y una ilustración de Inés Roldán.
Ella es parte del equipo de Brote Roído, nació en Tostado, Santa Fe y cursa
sus estudios terciarios en Rafaela. Me dijo que espera poder ilustrar muchos
de los poemitas que ustedes manden.

Poema:

Soy una casa en construcción
en mis manos tengo arena
llevo agua en la piel
en el pecho piedras
una mala mezcla de cemento
la construcción abandonada

A vos que siempre te sobró
me diste un hogar
me quedé poco
                 pero
me quedé de más

Ahora quiero pasar hambre
quedar a la intemperie
levantar una pared
para apoyar mi espalda
hacer de este lamento
                    otra cosa




Ilustración:


martes, 19 de mayo de 2020

Somos el brote

Brote roído es un espacio de construcción colectiva, en el que se pueden encontrar 
diversas expresiones artísticas. Tenemos la necesidad de encontrarnos con aquellos 
que se sensibilizan con las diferentes manifestaciones del arte, y brindarles un lugar 
en el que puedan hablar con sus pinceles y sus lápices. Además, queremos conjugar 
las voces de quienes aún no han llegado a la industria editorial, con la de aquellos que 
sí lo han hecho.

Bienvenidos

Buenas! Somos Inés y Misael. Nos propusimos construir un lugar donde puedan confluir las diferentes ramas del arte, como también (aparte de compartir nuestros poemas y pinturas), recolectar voces y expresiones que inviten a pensarnos y repensarnos.
Queremos aprovechar esta primera publicación, también, para mencionar que entendemos a este espacio como un lugar colectivo y por esa razón esperamos que puedan sumarse a construirlo compartiendo su arte con nosotros.

Para esta primera publicación, la cual se da en medio del encierro de la cuarentena, que irrumpe en nuestra cotidianidad de un modo profundo y complejo repercutiendo en nuestras subjetividades, decidimos publicar un collage y una poesía que fueron realizados por Ine y yo respectivamente y, de alguna manera, están en relación
con este momento histórico social.



Inés Roldán (2020)



Evita


La señora gata
está acostumbrada
a que le dejemos
una ventana abierta

Se desespera cuando todo
se cierra sobre sí

También a nosotros nos pasa

Aunque haga frío
una ventana siempre
queda abierta

Perfectamente
entendimos
que también nosotros
quisimos contemplar
sobre todo
lo que no estaba
a nuestro alcance


Misael Castillo (2019)  del libro Robarle al cuerpo lo que está de más. Ediciones Presente.